3:30 de la madrugada. Buena hora para aves nocturnas, noctámbulos, parados, estudiantes, aficionados a esos programas nocturnos que todos conocemos dirigidos a ilusos e idiotas que aún creen que la conjunción de Saturno y Urano les va a permitir por fin pillar cacho el próximo fin de semana… Y para ver un partido de la NBA tan apasionante como un Thunder-Grizzlies que está siendo una de las eliminatorias más bonitas que recuerdo. 2 equipos sin nombre, sin historia, 2 equipos que por primera vez se encuentran en unas semifinales de Conferencia y que quieren seguir creciendo, colándose en la final del Oeste. y dos equipos sin complejos y sin presión.
Lo del lunes desde luego fue de traca. 3 prórrogas y la locura desatada una vez más en el Fed Ex, con unos Grizzlies que tiraron una vez más de heroica para ir mantenerse en un partido que tenían perdido mucho antes de la tercera prórroga. La genialidad de un equipo a veces demasiado descarado. El tiempo reglamentario acaba en empate gracias a una genial locura de Conley, que pese a su partido horrible mete un triple desde su casa, con tiempo aún por delante, ante el amago de infarto de muchos aficionados y su entrenador mientras el balón volaba y pasaban del odio a la gratitud hacía su jugador en décimas de segundo.
Pero es que la historia se repitió con Vasquez, que a falta de 9 segundos para el final del tiempo reglamentario en vez de comerse la bola y buscar un último tiro ganador respetando las jerarquías del equipo, se saca de la manga un triple que deja helado a todo el mundo. Es tal la sorpresa de la gente ante el precipitado tiro del descarado novato venezolano, que un triple tan importante no es apenas celebrado hasta unos segundos después, cuando la gente se empieza a recuperar del susto. Finalmente, no hubo tercer milagro y en la tercera prórroga se vinieron abajo.
En el tercero remontaron 16 puntos y acabaron ganando, en el cuarto perdieron pero forzaron 3 prórrogas y nunca se dieron por vencidos pese a que los Thunder fueron mucho mejores en la segunda parte. Pero es que en el segundo, con 21 abajo en el último cuarto les metieron el susto en el cuerpo al equipo de Durant. ¿Alguien duda de que este equipo hoy va a vender muy cara su derrota, si es que llega?
Los Grizzlies no tienen nada que perder, se cargaron al mejor equipo del oeste y para ellos cada partido es una fiesta. El quinteto está muy bien, pero es que los que salen desde el banquillo como Mayo o el sorprendente Vasquez están siendo desequilibrantes. El juego interior sigue haciendo mucho daño a Oklahoma, pues nio siquiera Perkins puede con el que muchos consideran el mejor duo interior de la liga, Marc-Randolph. Y la defensa de Memphis, cuando se cierra, imposibilita las clásicas penetraciones de un Westbrook al que se le hace de noche cuando se acerca a la zona que protegen las torres de Memphis.
Así las cosas, aunque jueguen hoy en el Ford Center, ¿por qué no seguir soñando? Existen argumentos deportivos más que de sobra para no dar la eliminatoria por perdida. Y el factor cancha, hoy por hoy no es un factor desequilibrante en esta serie, en la que hoy Oklahoma puede sentir una presión extra porque vuelven a ser los favoritos y están obligados a vencer ante su público. Hay algunos que creen en el tarot, otros en Hitler y otros en Jesus. Ya lo decía Lennon. Así que permitidme que yo, crea en Memphis.
GRIZZLIES VS THUNDER (5º PARTIDO)
VENCEN LOS GRIZZLIES a 3,40 EN WILLIAMHILL